jueves, 14 de enero de 2010

Debajo del cielo

Debajo del cielo, hay un mar que conduce hacia tu mirada y refleja tu pureza mientras que las olas golpean fuerte contra el muelle de mi corazón.

Debajo de mis sueños, hay un océano de infinita dulzura que se expande y se apodera de cada rincón de nuestro corazón que late al ritmo de cada pececillo que por el navega, tan distraído de la vida que le rodea.

Debajo de mi cama, hay un mundo de flores y diez mil colores esperando ser conquistado y gobernado por aquella sonrisa inmensa color Amor que disparas sin previo aviso cada vez que a mis ojos me miras.

Debajo del cielo, hay un mar con millones de gaviotas volando por aquella bóveda celeste de tonos graduales entre azul, gris, negro, violeta y naranja. Todo depende del atardecer, anochecer o amanecer.

Debajo del cielo, hay dos mil almas gemelas rozando sus manos, declarándose sin decir una palabra el amor que su misma esencia profesa.

Debajo del cielo, voy escribiendo de diez mil formas, diez mil maneras, diez mil colores, diez mil figuras, diez mil idiomas, lenguas y dialectos, el amor tan maravilloso que hoy por ti siento.

Debajo del cielo, invento mundos nuevos, imagino universos remotos, ideo galaxias desconocidas, y me ingenio diferentes modos de incurrir en tu vida sin que lo notes, sin que te des cuenta.

¡Mira qué Hermoso está El Cielo!

Hoy le he pedido a las estrellas que dibujen tu perfil entre las nubes, entre los planetas, entre los asteroides, y pinten su mas fascinante y prodigiosa obra de arte, solo para verte sonreír una vez mas.

Hoy conversé con los planetas. A Venus le hablé del Amor. A Júpiter le hablé de la buena suerte de tenerte. A Mercurio le hablé de Cómo cambiaste mi vida. A Neptuno le hablé de que eres mi realidad y mi verdad. A La Luna de la necesidad de tenerte a mi lado. Pero al Sol, solo le pedí que irradiara de belleza y de luz cada día de tu vida, cada minuto y cada segundo. Y de esta manera, así sea de noche, el seguirá iluminando tus sueños.

Hoy cada uno de mis deseos son para ti.

¡Mira qué Hermoso está El Cielo!

Debajo del cielo hay un bosque color esperanza, cubierto por neblina tensa pero sutil, que al respirar me lleva a la tranquilidad que hay entre tus brazos, el sosiego con el que me regocijo en ti.
Debajo del cielo, hay un desierto baldío de hojas secas y marchitas. Envuelto en arena caliente y árida, que asemeja el tiempo y los instantes de momentos cuando mis ojos no encuentran los tuyos.

Debajo de mis sueños, se encuentran tus sueños arropando los míos. Abrigando cada anhelo con tu manta de cariño para que jamás se resfríen, jamás se debiliten. Tu cobija de Amor ha cubierto cada espacio de mi ser para protegerme de todo mal, de cualquier tempestad.

Debajo de tus sueños, está mi corazón esperanzado con una espada y un escudo dispuesto a luchar contra cualquier tormenta y huracán que se avecine a ti. Con éste escudo desafiaré dragones, fantasmas, espectros o seres malignos que a ti se acerquen. Con ésta espada hecha de Sobreprotección y Amor, velaré cada uno de tus sueños, de tus aspiraciones, de tus deseos y no dejaré nunca que nadie se interponga a ellos.

¡Mira qué Hermoso está El Cielo!

Debajo de tu cama, está un mundo esperando a ser conquistado y gobernado por la sonrisa color infinitud, y color bonanza que destellas desde el fondo de tu existencia.

Debajo de mi cama, hay infinitos cofrecillos de cristal donde guardo cada mirada, cada sonrisa, cada caricia, cada beso, cada abrazo, y los colecciono para dártelos cada vez que entrelazas tu mano con la mía.

Debajo de nuestro cielo, éste corazón hoy te da fe y testimonio de que el Amor, es una palabra muy común y corta para describir lo que dentro de él hay para ti. Pues éste sentimiento más que Amor, se ha convertido en cada uno de mis signos vitales.


¡Mira Qué Hermoso es Mi Mundo.. Debajo del Cielo!


viernes, 8 de enero de 2010

Bienvenido 2010

Entre el sentimiento aprisionado en mi pecho sintiendo que mi corazón en cualquier momento puede detenerse, la fresca brisa de una mañana que le da la bienvenida a un nuevo amanecer, y tus ojos fijos a la inmensidad de una montaña, Pienso, y definitivamente, luego Existo (Cogito ergo sum)

Podría dejar mi vista también detenida en la infinitud que pinta el cielo de un tono azul celeste, como podría cerrar los ojos y transportarme a cualquier mundo paralelo, lejano o cercano, de la vida misma que me rodea, la cual actúa como cuentagotas dentro de un océano de incalculables sueños sin cumplir.

No diré que fue malo, no diré que fue bueno, ya que tú mismo deberás saber qué tanto pudo haber alegrado tu vida un año en el cual estuviste en la cima del Himalaya, y segundos mas tarde dentro de la boca de un gran volcán haciendo erupción.

Posiblemente hoy en un minuto de reflexión pueda lograr aprender acerca de esos actos cobardes, insensatos, frágiles y dudosos que hice en un momento, pueda que me enorgullezca de mi misma aquellos pasos seguros, decididos, fuertes, y de valientes los cuales pisé firme y caminé con la frente en alto. A estas alturas, cualquier cosa puede suceder.

Quizá hoy sienta una gran duda. Puedo sentirme como un niño recién nacido que apenas se enfrenta al mundo siendo hoy el primer día del año, como puedo sentirme como un viejecillo el cual mira su reloj de cuerda y le da gracias a dios por un minuto más de vida.

Hoy alzo una plegaria al cielo. Así como este viejecillo, le doy gracias a Dios por un minuto más, por una sonrisa más, por un latir más, y porque hoy, desperté en mi cama y supe quién era yo. Quiero darle gracias al Cielo por su infinita Paz, Calma y Sosiego. Gracias a ello he aprendido que “Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, pero la violencia se practica a plena luz del día”. J. Lennon.

No callaré, tampoco diré. A estas Alturas, cualquier cosa puede suceder.

Guardo minutos de silencios, y silencios de minutos. Observo miradas con temor, y también le temo a las miradas. Camino y respiro hondo, y cuando estoy hondo, también respiro. Pues la vida es así, en cualquier momento te cambia en la perspectiva contraria y donde creíste que no llegarías jamás, te encuentras ahora sentado e incluso con una taza de café en la mano.

Podría decir que esta vez he dejado de pensar. He existido demasiado.

Volteo la mirada hacia la ventana, y a pesar de mirar carros, gente caminante y transeúnte, ciudadanos de un mundo menos justo cada día, solo capta mi atención una gota de agua que se suicida desde la cornisa. Pareciera imposible que una cosa tan insignificante pudiera dar una gran lección.

Una gota. Común y corriente "como todas las gotas de agua". Se suicida en el momento que nace, y ¿Por qué? Para los científicos, sería un tanto lógico y más que obvio pensar que es solo acción de leyes físicas. Pero, para ti y para mí, que la vida es solo un viaje de utopías alcanzables e intocables a la vez, definitivamente ¿Es una dicha tener tantos minutos de vida en un mundo vacío donde la injusticia y la maldad se propaga y multiplica más rápido que una sonrisa y un gesto de amor? Esa gota, una gota común a los ojos de cualquiera, nos está dando solo una señal de lo que se avecina.

Hoy es el primer día del año. Un nuevo año que promete ser diferente para los corazones que todavía tienen sueños que cumplir, esperanza de unir y un camión de Amor del bueno para dar y recibir. Tú que estás sentado allí, en un escritorio, sentado en una silla, dime ¿Que estás haciendo por cambiar el mundo, tu mundo, nuestro mundo? ¿Vale realmente la pena destruir con una palabra, un ejercito de sonrisas que están dispuestas a suicidarse para hacer de la vida un lugar mas bonito para Pensar, y definitivamente, luego existir?

No callaré, tampoco diré. A estas Alturas, cualquier cosa puede suceder.

Hoy es el primer día del año. Te prometo a ti que me lees, que me escuchas y que me entiendes, 365 días para cambiar el mundo, mi mundo, tu mundo, nuestro mundo. Te prometo 365 días que los dividiré para darte sonrisas, alegrías, amor, felicidad, dicha, paz y tranquilidad. Hoy te prometo a ti, a mi, y al resto de caminantes ciudadanos del mundo, que regalaré una sonrisa más, y una lágrima menos. Que disfrutaré más, y me quejaré menos, y de ésta manera haré de mi mundo, un espacio mejor donde tu, yo, y el que pueda vivir dentro de el, viva con una sonrisa mas y una lágrima menos. Me prometo a mi misma, que seré como aquel niño recién nacido que apenas abre los ojos al mundo, con toda la experiencia del mismo viejecillo que mira su reloj de cuerda.

Una Plegaria más al Cielo, Un Gracias más a Dios, y un Te Amo mas para ti.






Pienso, y definitivamente, luego Existo,
aunque a estas Alturas, cualquier cosa puede suceder.