¿Qué se siente?, ¿Qué se dice?

¿Qué se siente cuando el sentir es tan penoso, tan doloroso, tan duro de cargar y soportar?

¿Qué se dice cuando las palabras que quedaron por decir se las traga el viento, y el tiempo se encarga de borrar las pocas que llegaron a decirse?

¿Qué se siente cuando no sientes nada, cuando hay un vacío enorme dentro de tu alma y la tristeza va poco a poco inundando tu ser, tu existencia?

¿Qué se dice cuando buscas entre recuerdos, entre el pasado y el presente alguna señal que te indique las palabras exactas que jamás llegaste a vociferar?

¿Qué se siente cuando no se siente nada? ¿Qué se dice cuando no se dice nada?

¿Se siente mal? ¿Se Siente bien? ¿Se dice mucho? ¿Se dice Poco?... ¿Qué se Siente? ¿Qué se dice?...

Tengo horas sentada en ésta esquina y oscuro rincón de cada uno de mis pensamientos, de cada recuerdo y de cada oración lanzada al viento esperando que llegue a rozar tu oído y logres escuchar a lo lejos mis palabras como eco.

¿Qué se pierde en el tiempo? ¿Qué se olvida con el silencio?

Intento cerrar y abrir mis ojos y llegar a pensar que nada ha pasado. Que el reloj sigue contando segundos y que la vida sigue viviendo su presente. ¿Cómo podría borrarse con 1 segundo la alegría y felicidad del rostro de aquel que ama?

La distancia ha marcado con heridas esta notoria separación, mas el Amor, se quiera o no, se ha encargado de cicatrizar esas lesiones, sólo dejando un triste pasado, que ya no vale la pena recordar.

¿Qué se dice cuando un abrazo lo diría todo? ¿Qué se siente cuando un abrazo abraza las palabras y las sujeta dentro del alma? ¿Qué hacer cuando la distancia crea abismos y el mismo tiempo construye un puente colgante de madera entre este precipicio de abandono entre tu alma y la mía?

Dime ¿Qué se hace? ¿Qué se dice? ¿Qué se Siente?

Quizás jamás me imagine escribiendo líneas para ti, quizás imaginaste que escribiría una línea para ti, pero hoy, pero ahora, pero en este momento, te dedico diez mil líneas, que jamás abarcaran tanto dolor y pesar. Dolor y pesar que jamás podrán describirse como los describirá tu corazón entre sollozos reclamos a la vida, al Amor y Al mismisimo Dios.

Desearía poder cambiar tantas cosas con un chasquido de dedos, con un abrir y cerrar de ojos, con un dormir y volver a despertar, y no. Y es imposible darle vuelta hacia atrás a un reloj que corre y se lleva nuestra vida sin importar lugar, momento o circunstancia.

Y es que llega cuando nadie la espera. Se sienta en la sala de nuestra melancolía y se toma un café con nuestra depresión. Llega sin avisar y se va y se lleva lo más preciado, lo mas adorado, y hasta lo más amado. Se lleva la felicidad, la alegría, las sonrisas, y las transforma en desesperación, desasosiego, lágrimas saladas que crean un mar de recuerdos regados por el piso de nuestra memoria.

¿Qué se siente cuando los gestos no alcanzan para declarar lo que se quiere demostrar? ¿Qué se dice cuando las palabras no dicen lo que se quiere decir?

¿Qué se siente? ¿Qué se Dice?

¿Cómo demostrar más de lo que nunca se demostró? ¿Cómo reescribir una historia que jamás se escribió? ¿Cómo borrar un pasado que jamás existió? ¿Cómo abrazar un gesto que jamás se demostró?

Desearía poder cambiar tu presente absoluto; desearía poder cambiar tu mirada triste y decaída.

Dios te proporcionará la fortaleza física y espiritual para aguantar todos los infortunios de la vida, todas esas caídas.

Siempre he dicho que «Caerse está permitido, pero aprender a levantarse es de triunfadores», y yo sé, estoy convencida de que te levantarás y le volverás a sonreír a la vida, con los recuerdos que el pasado dejó.

No te prometo que sea la última vez que te derrumbes, pero te prometo que de ahora en adelante tendrás una mano más para sostenerte y no desfallecer, y así, poder alzar vuelo otra vez.

¿Qué se siente cuando se dejó de sentir por tanto tiempo? ¿Qué se dice cuando se dejó de decir por tantos años?

Pues he aprendido a decir, y he aprendido a sentir. Porque a pesar de las geografías, y de los inmensos y continuos acantilados entre tu mano y la mía, en momentos como éste, poco valen los gestos que nunca se gestionaron, poco valen aquellas sonrisas que no se sonrieron, poco valen esos abrazos que no se abrazaron, esas palabras que no se dijeron, puesto que, tanto tú como yo, ahora sabemos que la vida es un puño de segundos, y mientras puedas, vive cada uno de esos segundos que dura sonriéndole al sol, ya que vino a ofrecerte su mejor sonrisa.

Este escrito te lo dedico a ti.

A ti que has estado ausente; A ti que jamás estuviste; A ti que ahora eres presente; a ti que ahora estás.

A ti que quizás la vida se encargo de separarnos cuando más unión se necesitaba.

A ti que quizás el tiempo puso barreras enormes entre tus palabras y las mías.

A ti que quizás el destino quiso que volvieras a cruzarte en el presente.

A ti que quizás pensaste que ya todo había de olvidar.

....A ti que quizás jamás imaginaste éstas palabras, a ti, Mi Hermana, A ti Irene, A ti.

¿Qué se dice y qué se siente cuando tu amor grande y más grande amor se va de las manos?

...¿Qué se Dice? ¿Qué se Siente?

Tienes mi mano, mi brazo, mi hombro, mi corazón abierto para ti. Quizás nadie sepa lo que tú estás sintiendo, pero yo, lo siento muchísimo por ti. Se seguirá respirando recordando un amor que fue y que será por el resto de la vida. Un Amor inolvidable. Dios lo bendecirá en lo más alto de su gloria, y estará sonriéndole al sol en cada mañana para que irradie de alegría tu presente, como lo fue tu presente junto a Él, y así, cada lágrima tuya ahora, será el sendero a la felicidad de tu futuro.