Irme a casa

Intenté 3 números nuevos. Añadí 4 letras al abecedario. Cogí dos granos de arena de la playa. Sumé una lágrima más al diario olvidado del cajón. Dividíel océano en dos partes. Resté tres rayos de luz al sol.

¿Qué ha quedado?... Nada

Encontre la ecuación perfecta... y ahora sólo quiero irme a casa.

Tú + Yo = Soledad

¿Cómo es posible que sumando tu cuerpo con el mío sólo exista soledad?

Duele mirarte a los ojos y saber que nunca serás para mí. Duele cogerte de la mano y sentir que estás lejos de aquí. Duele tner que mentirme a mí misma. Repìtiéndome una y otra vez que nunca exististe y nunca has existido, mientras sigues allí a mi lado.

Duele caminar en contra del viento. Duele caminar a favor de él.

Quiero dejar de mentir... y ahora, sólo irme a casa.

Quiero apartar el invierno, olvidarme del otoño, burlarme del verano y detestar la primavera.

Quisiera coger un resfriado por correr bajo la lluvia, o broncear mi piel debajo del sol.

Quiero crear una nueva estación... y ahora, sólo irme a casa.

Quiero tomar el primer vuelo hacia el olvido. Llegar a la isla compañía. Caminar por el sendero que conduce hacia la libertad. Alquilar una habitación en el hotel tranquilidad. Y vivir siempre en un pueblo llamado Hogar.

Quiero dejar de soñar... y ahora, sólo irme a casa.

He estado escribiendo miles de cartas, mas sólo llego a escribir una línea, quizás dos. «Estoy estupenda amor, ¿y tú?» Mentiras. Mentiras. Mentiras. ¿Cuándo dejaré de mentirte? ¿Cuándo dejaré de mentirme? ¿Cuándo dejaré de mentiros?

Engañarme al decir que no existes. Que no es lo que aparenta. Simular que no sé de ti. Disfrazar un sentimiento.

Quiero dejar de fingir... y ahora, sólo irme a casa.

Me rodean mil personas. Tal vez son más... pero aun así, sigo vivien en la incertidumbre y en el desasosiego de no estar en casa, no sentirme segura, no saber qué decir, penar u opinar.

Mientras siento que todos me apuntan, me señalan con el dedo, hablan a mi espalda, y yo, no tengo nada más que hacer que callar.

Quiero. Quiero. Quiero

Mi vida ahora sólo se resume en un querer infinito, que nunca llega. Ojalá pudiese irme muy lejos de aquí, olvidarme de todo, y hacerme de la idea que jamás pasó nada. Reconstruir mi vida.

No es que estando a tu lado esté mal. Me siento muy bien cuando estoy contigo. Cuando me mias de verdad. Cuando me tocas de verdad. Cuando me rozas de verdad. Cuando me sientes de verdad. Pero ésto no es suficiente.

No deseo vivir una vida de mentiras, llenas de injusticias, llena de odio, de rencor.

Quiero dejar de callar... y ahora, sólo irme a casa.

No puedo negar mi felicidad, es cierto, estoy feliz. Es cierto que mi vida la he pintado de 6 colores y poco a poco se han ido multiplicando, creando una gran gamade tonos; pero no es suficiente.

Jamás he sido alguien egoísta, ambiciosa, pero no me basta la felicidad que tengo. Porque esta felicidad cae gota a gota como poco a poco van cayendo mis lágrimas a suelo por el simular algo que veo cómo se desvanece entre la mentira

Quiero dejar de gastar tiempo... y ahora, sólo irme a casa.

Después de que tuvimos el paraíso, tuvimos el mundo en nuestras manos, luego de tener todo lo necesario ara ser felices... Hemos comido del fruto prohibido y nos expulsaron de nuestro universo de felicidad, por un pecado.

Dicen que «luego de la tormenta, siempre llega la calma» entonces, ¿Qué hacer cuando vives en un tenso resposo donde siempre estás esperando que la tempestad llegue pero jamás se aproxima y es sólo el tiempo que anuncia el torbellino de angustias venir, pero nunca se presenta? ¿Qué hacer?

Quiero dejar esta quietud de no saber qué pasará... y ahora, sólo irme a casa.

¡Cómo duele armar un circo de falsedad!

Quiero olvidarme de todo lo que fui, fuiste, fuimos. La luna no estará llena todas las noches para alumbrarnos el camino hacia la salida.

Quizás tengo un revoltijo, enredo, mezcolanza de ideas, pensamientos y sentimientos. Quizás he escrito acerca de mucha sensibilidad y de mucha conmoción, pero es así como me siento.

Quiero dar por olvidado el tema del amor... y ahora, sólo irme a casa.

1 error cometido, 2 personas pecadoras, 3 opciones para elegir, 4 caminos por andar, 5 destinos distintos, 6 sujetos semejantes diciendo qué hacer.

Tenemos a la matemática de la vida decidiendo en nuestra contra.

Y he ahí de nuevo la mentira. Mentira. Mentira. Mentira tras mentira. Falsedad tras falsedad. Actuación tras actuación. Ya todo se vale de una película de nunca acabar.

¿En qué momento todo se convirtió en una obra de teatro de carne y hueso?

No dudo de tu amor. No dudo de mi amor. Dudo es de la estabilidad de este amar ficticio en el que vivimos, ya que todo se vale de este drama del que soy prisionera.

Quiero terminar de escribir esta carta... y ahora, sólo irme a casa.